Al montar un negocio en España la gran mayoría de los emprendedores se inclina por una de dos formas jurídicas, la de autónomo o la de Sociedad de Responsabilidad Limitada. Sin embargo, hay una opción intermedia que puede ser perfecta para tu negocio: la Sociedad Limitada Unipersonal o SLU.
Conocer cuáles son las diferentes opciones que tienes en cuanto a la estructura legal de tu empresa es fundamental para sacar el máximo provecho, para reducir al máximo la carga impositiva y el riesgo, a la vez que sientas las bases para un saludable crecimiento.
Sigue leyendo para aprender qué es y cómo iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal, y cuáles son sus beneficios y sus desventajas, para determinar, así, si se trata o no del tipo de empresa adecuado para tu negocio.
Qué es una Sociedad Limitada Unipersonal
Una Sociedad Limitada Unipersonal es un tipo de sociedad mercantil que se caracteriza especialmente por estar constituida por un único socio, que asume la figura de la Junta General de la sociedad.
Este socio fundador es el que hace la totalidad de las aportaciones al capital social inicial necesarias para constituir la sociedad y, a su vez, es el único tenedor de todas las participaciones entre las que normalmente se divide el capital social de las sociedades.
Autónomo vs. SLU
Sí vas a trabajar solo, ¿para qué constituir una sociedad en lugar de ser autónomo? Echa un vistazo a las principales diferencias entre ser autónomo e iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal:
- Responsabilidad limitada: al tratarse de una sociedad limitada, las deudas y obligaciones que contraiga la sociedad solo pueden exigirse contra su capital social, y no contra el capital privado del socio que la compone; si eres autónomo, respondes por tus deudas y obligaciones con tu patrimonio.
- Fiscalidad: si tienes una Sociedad Limitada Unipersonal, el impuesto que pagas por el beneficio que percibe tu negocio es el Impuesto sobre sociedades (IS); si eres autónomo, pagas el Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).
- Imagen: la figura del autónomo tiene menos fuerza y transmite menos profesionalidad que la de una Sociedad Limitada Unipersonal, debido en especial a que esta última es, en efecto, una empresa.
Sigue leyendo: ¿Cuáles son los beneficios de una SRL en España?
Cómo iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal
- Obtén el certificado negativo de denominación social
- Solicita un NIF provisional
- Abre una cuenta de empresa
- Prepara y firma la Escritura de constitución
- Inscribe tu SLU en el Registro Mercantil Central
- Obtén tu NIF definitivo
- Cursa el alta de tu empresa en la Agencia Tributaria
1. Obtén el certificado negativo de denominación social
El primer paso para iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal es tramitar un certificado negativo de denominación social en el Registro Mercantil Central.
Este certificado sirve como comprobante de que la denominación social que has elegido para tu negocio está disponible; es decir, que ninguna otra sociedad en España se ha registrado con el mismo nombre.
2. Solicita un NIF provisional
El siguiente paso consiste en solicitar un Número de Identificación Fiscal provisorio a la Agencia Tributaria. Este NIF provisorio es absolutamente necesario para avanzar el proceso, ya que te lo pedirán para abrir tu cuenta bancaria de empresa.
3. Abre una cuenta de empresa
Para iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal debes abrir una cuenta de empresa, así sea en el mismo banco en donde tienes tu cuenta personal, y depositar el capital social de la empresa.
Si bien contar con un capital social de 3.000 € es un requisito para montar una SLU, a partir de lo dispuesto en la llamada Ley Crea y Crece de octubre de 2022 el monto mínimo para iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal se reduce a tan solo 1 €.
Si montas tu SLU aportando menos de 3.000 €, debes tener en cuenta que el 20 % de los ingresos de tu negocio deberán destinarse al capital social de tu empresa hasta cubrir la diferencia, es decir, hasta contar con un capital social de al menos 3.000 €.
4. Prepara y firma la Escritura de constitución
La Escritura de constitución es el documento en el que se incluyen los Estatutos sociales de tu empresa, y viene a ser como el manual de instrucciones de tu negocio.
Allí se define y establece desde la denominación social, el domicilio y la actividad de tu empresa, hasta su estructura administrativa y de toma de decisiones, mecanismos de resolución de conflictos, y todo tipo de previsiones y obligaciones.
Una vez redactada la Escritura de constitución, debes firmarla ante un notario público.
Sigue leyendo: ¿Qué es la Escritura de constitución de una empresa? Definición y guía.
5. Inscribe tu SLU en el Registro Mercantil Central
El mismo notario que atestigua la firma de la Escritura de constitución es quien se encarga, por lo general, de inscribir tu Sociedad Limitada Unipersonal en el Registro Mercantil Central.
Una vez inscrita la SLU, se anuncia su inscripción en el Boletín Oficial del Registro Mercantil o BORME.
6. Obtén tu NIF definitivo
Lo que sigue es solicitar tu Número de Identificación Fiscal definitivo a la Agencia Tributaria. Este será el NIF de tu negocio, el que incluirás tanto en las facturas de venta y de compra, como en todos los contratos de tu empresa.
7. Cursa el alta de tu empresa en la Agencia Tributaria
Para terminar de iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal debes cursar el alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) para determinar el epígrafe (o los epígrafes) al que se acoge tu negocio.
Luego presenta la declaración censal de inicio de actividad ante la Agencia Tributaria a través del Modelo 036 «Censo de empresarios, profesionales y retenedores»; y listo: a menos que a tu negocio, por sus características, se le exija el trámite de una Licencia de actividad, estará listo para comenzar a operar.
Beneficios de iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal
- Tu patrimonio privado está protegido
- Mejor acceso a financiación
- Pagas menos impuestos que los autónomos (a partir de 45.000 €)
- Mejor predispuesto para el crecimiento
Tu patrimonio privado está protegido
El mayor beneficio que te ofrece constituir una Sociedad Limitada Unipersonal es la protección que supone para tu patrimonio privado, es decir, tu dinero y todos los bienes que puedas disponer a tu nombre, desde coches hasta propiedades.
Una SLU es una persona jurídica con responsabilidad limitada, por lo que las deudas y las obligaciones se exigen contra el capital social de la empresa, no contra el tuyo propio (como sucede en el caso de los autónomos).
Mejor acceso a financiación
Una Sociedad Limitada Unipersonal tiene que regirse por toda una serie de normativas y atenerse a las exigencias que se les imponen a las sociedades mercantiles; es por esto por lo que la mayoría de los bancos prefieren ofrecer sus productos de financiación a las sociedades, como las SLU, antes que a profesionales autónomos.
Además, la mayoría de las ayudas, incentivos y subvenciones ofrecidas por las entidades públicas, tanto nacionales como de la Unión Europea, están destinadas a las sociedades mercantiles.
Sigue leyendo: Subvenciones para pequeñas empresas y autónomos que debes conocer.
Pagas menos impuestos que los autónomos (a partir de 45.000 €)
En España, tanto autónomos como sociedades pagan un impuesto por el beneficio que han obtenido en su negocio durante el año fiscal; los autónomos pagan el Impuesto sobre la renta de las personas físicas y las sociedades el Impuesto sobre sociedades.
Como el IRPF es un impuesto determinado por tramos progresivos que van del 19 al 47 % según tu beneficio, y el IS es un impuesto fijo del 25 %, tributar como sociedad se vuelve más ventajoso que hacerlo como autónomo alrededor de los 45.000 € de beneficio anual.
En otras palabras, si tu beneficio anual supera los 45.000 €, pagarás menos impuestos siendo una Sociedad Limitada Unipersonal que siendo un trabajador autónomo.
Mejor predispuesto para el crecimiento
Tu negocio, al estar constituido como una Sociedad Limitada Unipersonal, con su Escritura de constitución y sus Estatutos sociales, está mucho mejor preparado estructuralmente para crecer de lo que puede llegar a estarlo un autónomo.
Desde un punto de vista operativo, constituir una SLU implica anticipar toda una serie de escenarios y situaciones a futuro, algo que no es necesario al darte de alta como autónomo.
Esto, si bien hace más engorroso el proceso de constitución (lo que implica en sí una desventaja), es clave para afrontar periodos de crecimiento que precisen acciones como la búsqueda de financiación, contratación de personal, etc.
Desventajas de iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal
Por supuesto, no todo son beneficios en lo que respecta a las Sociedades Limitadas Unipersonales; estas son algunas de sus principales desventajas:
- Es más difícil de constituir: iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal es un proceso burocrático considerablemente más largo, costoso y engorroso que darte de alta como autónomo en la Agencia Tributaria.
- La contabilidad es más compleja: las sociedades, como la SLU, están obligadas a llevar su contabilidad acorde a lo dispuesto en el Plan General de Contabilidad, además de tener que registrar las cuentas anuales y una serie de libros contables en el Registro Mercantil Central.
- Menos velocidad y dinamismo: como autónomo tienes total libertad para operar (dentro de los límites de lo legal) como mejor te parezca; como SLU, estás limitado por lo que dictan tus Estatutos sociales, lo que le puede llegar a restar capacidad de reacción y adaptación a tu negocio.
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Preguntas frecuentes sobre cómo iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal
¿Puedo constituir una SLU si ya soy autónomo?
Sí, puedes iniciar una Sociedad Limitada Unipersonal siendo autónomo. Pueden darse varios supuestos; por ejemplo, puedes continuar siendo autónomo y, a su vez, socio único de tu propia SLU y también puede que debas darte de baja en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), es decir, dejar de ser autónomo, antes de montar tu SLU.
¿Puedo incluir un nuevo socio en mi Sociedad Limitada Unipersonal?
Para incorporar un nuevo socio a tu Sociedad Limitada Unipersonal deberás redactar una nueva Escritura de constitución en la que se lo incluya, junto con su aporte al capital social de la sociedad, su rol y sus obligaciones y responsabilidades.
Luego deben firmar la Escritura de constitución ante un notario e inscribir la sociedad en el Registro Mercantil Central nuevamente, convirtiendo así la SLU en una Sociedad de Responsabilidad Limitada o SRL.
¿Qué otra forma jurídica puedo adoptar para mi negocio unipersonal?
Además de la figura del autónomo y la forma jurídica de la Sociedad Limitada Unipersonal, en España cuentas con una tercera posibilidad: la Sociedad Anónima Unipersonal o SAU, un tipo de sociedad mercantil en la que el capital social se divide en acciones, y tú como único socio eres el dueño de la totalidad de las acciones de la empresa.