¿Qué es un planograma?
Un planograma es una herramienta visual que sirve para planificar cómo se distribuyen los productos dentro de una tienda física. Se centra en la colocación de productos, exhibidores y áreas clave como los puntos de venta.
También se les conoce como POG, esquemas de estanterías, planos de espacio o layouts de retail, y forman parte de una estrategia de merchandising visual más amplia.
Básicamente, un planograma funciona como una guía para decidir dónde y cómo exhibir los productos, ayudando también con la gestión del inventario.
A continuación, puedes ver un ejemplo de planograma para una tienda especializada en productos para bebés:

Los planogramas permiten a los comercios tomar decisiones más inteligentes en cuanto al diseño de tienda, la disposición de los productos y las estrategias de visual merchandising, todo con el objetivo de aumentar las ventas. Para un negocio físico, una tienda bien diseñada es el Santo Grial.
Piénsalo así: pagas por cada metro cuadrado de tu local, tus productos ocupan ese espacio, y los clientes lo recorren buscando algo que comprar. Así que, ese espacio es oro.
Eso sí, organizar una tienda para sacarle el máximo partido no es tan simple como parece. Tienes que tener en cuenta los recorridos del cliente, los expositores, las zonas de almacenamiento y el diseño del punto de venta. Por suerte, los planogramas están ahí para ayudarte a poner orden y crear una tienda que realmente funcione.
¿Cómo se utiliza un planograma?
Un planograma es especialmente útil en grandes superficies y supermercados donde hay que gestionar cientos (o miles) de productos de distintos proveedores. Con tanto espacio disponible, tener un sistema para organizarlo todo es clave.
Aunque no uses un planograma al pie de la letra, puedes aplicar sus principios para planificar la distribución de tu tienda y organizar bien las exhibiciones.
Sin ir más lejos, antes de pedir productos frescos, un supermercado necesita saber si caben en los estantes. Aquí es donde entran factores como las dimensiones del embalaje, el tamaño de las estanterías y la rotación del stock.
El nivel de detalle del planograma varía según el tipo de tienda. En supermercados, por ejemplo, se suelen usar planogramas bastante específicos. En tiendas más pequeñas, como un showroom, un planograma puede ser más visual o general.
¿Cuáles son los 6 tipos de planograma?
- Distribución horizontal
- Distribución vertical
- Organización por bloques
- Por categoría comercial
- Por cuota de mercado
- Por margen de beneficio
¿Qué es el cumplimiento del planograma?
El cumplimiento del planograma significa aplicar en tienda el diseño que has definido en tu planograma. Es básicamente asegurarte de que los productos estén exactamente donde deberían estar, siguiendo el esquema establecido.
¿Qué es un reinicio de planograma?
Un reinicio de planograma sucede cuando decides rediseñar por completo cómo está organizada tu tienda. Puede implicar desde reordenar productos ya existentes hasta incorporar nuevas líneas y cambiar la ubicación de las categorías. Es una forma de refrescar tu espacio comercial y, muchas veces, de mejorar las ventas.
Beneficios del planograma en el retail
Usar un planograma para planificar la distribución de tu tienda minorista no solo te ayuda a mantener el orden, también puede tener un impacto directo en tus ventas y en cómo aprovechas cada metro cuadrado del espacio comercial.
Los planogramas maximizan las ventas
Implementar un planograma te permite recopilar datos útiles sobre cómo se comportan los productos en tienda y cómo reaccionan los clientes ante ciertas ubicaciones o exhibiciones. Asignar cada artículo a un espacio concreto en estanterías o zonas de exposición es como tener una lupa sobre tu estrategia de ventas.
Si usas un planograma durante seis meses o un año, podrás ver claramente qué productos se venden mejor según dónde los coloques. Compara tus datos históricos de ventas con el diseño actual de tu tienda y descubrirás qué estantes convierten más, y cuáles no tanto. Para esos productos de baja rotación, podrías probar nuevas agrupaciones o ubicaciones que les den más visibilidad.
Los planogramas también pueden revelar oportunidades que normalmente pasarían desapercibidas. ¿Te has fijado que los productos más caros suelen estar justo a la altura de los ojos? No es casualidad. Los minoristas usan esa táctica para impulsar tanto las ventas como la rotación de stock—algo especialmente útil con productos perecederos.
Consejo práctico: ¿Quieres ver de un vistazo qué se está vendiendo bien y qué no? Usa el Informe de porcentaje de inventario vendido en el panel de Shopify para analizar tu catálogo con datos como cantidad inicial, final y porcentaje de venta por producto.
Los planogramas hacen que la colocación de productos sea estratégica
Otro beneficio clave de trabajar con un planograma es poder aplicar estrategias de cross merchandising con lógica y previsión. Un clásico ejemplo: la leche y el pan suelen estar al fondo del súper. ¿Por qué? Porque obligan al cliente a cruzarse con otros productos antes de llegar a lo que necesita. Resultado: más compras impulsivas.
Con un planograma bien pensado, puedes aplicar esta misma lógica en tu tienda. Si sabes que un producto tiene mucha demanda recurrente, ubícalo de forma estratégica para generar más exposición de otros artículos. También puedes colocar productos complementarios cerca para incentivar compras adicionales, como crema de cacahuete junto a mermelada, por ejemplo.
Los planogramas te ayudan a aprovechar mejor el espacio
El espacio comercial no es precisamente barato. Según la empresa de gestión inmobiliaria Hartman, el alquiler puede representar entre un 1 % y un 13 % de tus ingresos, dependiendo de factores como la ubicación, el tamaño o el tipo de contrato. Por eso, aprovechar cada metro cuadrado de tu tienda es clave para que tu negocio sea más rentable y eficiente.
Aquí es donde un planograma se convierte en tu mejor aliado. Esta herramienta te permite diseñar tu tienda minorista con intención, asignando un propósito claro a cada zona y evitando el desperdicio de espacio. En lugar de improvisar, todo está pensado para mejorar tanto la experiencia del cliente como la operativa diaria.
Además, los planogramas facilitan una gestión de categorías mucho más eficiente. Cuando el diseño está bien estructurado, el equipo puede controlar mejor los niveles de stock y reponer con rapidez. Y para tus clientes, una tienda organizada se traduce en una experiencia de compra más intuitiva y atractiva.
Otro beneficio interesante de trabajar con planogramas es que también mejoran la colaboración con terceros, o socios comerciales, como proveedores o marcas con las que compartes espacio. Puedes definir con claridad cuánto espacio ocupa cada uno y qué responsabilidad tiene sobre ese espacio. Este tipo de configuración puede crear un sentido de propiedad mientras reduce tu carga de trabajo.
Cómo crear un planograma para tu tienda
Un planograma bien hecho puede ser muy detallado y completo, pero no hace falta complicarse demasiado para que sea útil. Aunque no necesites uno super técnico, aplicar las ideas y estrategias que hay detrás de un planograma puede ayudarte a distribuir mejor tu tienda y optimizar tus exhibiciones de producto.
Si decides que quieres trabajar con planogramas, tienes varias opciones para empezar:
1. Contrata a un planogramador
Un planogramador (o especialista en planogramas) es la persona encargada de diseñar y gestionar la disposición de productos en base al comportamiento del cliente y los objetivos de venta. Si tu negocio todavía no tiene el tamaño para incorporar a alguien a tiempo completo, puedes asignar esta tarea a un visual merchandiser.
A diferencia del planogramador, un visual merchandiser suele centrarse más en lo estético, en cómo presentar los productos para que resulten más atractivos. Ambos perfiles tienen enfoques distintos, pero su meta es la misma: ayudarte a vender más.
2. Consulta con expertos en planogramas
Si no quieres o no puedes contratar a alguien internamente, siempre puedes recurrir a consultores externos especializados en planogramas. Empresas como Envirosell se enfocan en el comportamiento del consumidor y pueden ayudarte a crear estrategias de visual merchandising más efectivas.
3. Utiliza software de planogramas
Si prefieres una opción más automatizada, existen varias herramientas y apps especializadas para crear un planograma sin complicaciones. Por ejemplo, DotActiv ofrece un software gratuito ideal para minoristas que están empezando (eso sí, el plan sin coste está limitado a 40 productos).
Si necesitas más funciones o trabajas con un inventario más amplio, puedes considerar invertir en soluciones más completas como:
4. Crea tu propio planograma
¿Prefieres un enfoque DIY? También puedes diseñar el planograma tú mismo. Muchos minoristas empiezan con el método tradicional de papel y lápiz, dibujando su tienda a escala.
Si te manejas bien con herramientas digitales, puedes probar con Google Docs o ir un paso más allá y usar programas como Photoshop o Illustrator.
También puedes apoyarte en plantillas ya hechas. DotActiv tiene una plantilla descargable gratuita, y SmartDraw ofrece varios ejemplos que pueden servirte como base para empezar a diseñar el tuyo.
Cómo leer un planograma
No importa si creas tu planograma desde cero o usas una plantilla: lo importante es que tu equipo sepa interpretarlo correctamente para aplicar el nuevo diseño de la tienda. Estos son los elementos clave que debería incluir.
Dimensiones y exhibiciones
Tu planograma debe mostrar claramente las dimensiones de pasillos, estanterías y áreas de exposición. También es útil especificar qué tipo de exhibición corresponde a cada sección: desde refrigeradores hasta paneles de listones, tableros perforados o displays de punto de venta. Así, tu equipo sabrá exactamente qué tipo de mobiliario utilizar en cada zona.
Productos y embalaje
Cada producto tiene que estar asignado a un lugar específico. Asegúrate de que el planograma indique qué SKU va en qué estante, incluyendo detalles como la marca, el tamaño del producto, el tipo de embalaje y cómo debe colocarse. Por ejemplo, si un lado concreto del envase debe mirar hacia afuera, asegúrate de anotarlo.
Metodología del planograma
Un buen planograma no solo organiza el espacio: también puede tener un fin educativo. Acompaña tu diseño con una explicación breve sobre por qué se hizo de esa forma. ¿Qué datos te llevaron a reorganizar ese pasillo? ¿Qué insights obtuviste del comportamiento de tus clientes?
Compartir esta información con tu equipo puede marcar la diferencia. Les ayuda a entender mejor la lógica detrás de las decisiones y, con el tiempo, incluso a proponer mejoras basadas en su experiencia diaria en tienda.
Es hora de planificar tu planograma
El planograma es una herramienta clave en cualquier estrategia minorista. Y sí, puede parecer abrumador al principio, pero no dejes que eso te frene.
Una vez creado, un buen planograma puede transformar tu tienda: desde cómo organizas el inventario hasta cómo aumentas las conversiones.
Preguntas Frecuentes sobre Planogramas
¿Para qué se utilizan los planogramas?
Un planograma sirve para planificar cómo se debe organizar una tienda minorista y distribuir sus productos. El objetivo es crear una experiencia de compra coherente y fácil de navegar.
¿Cómo se hace un planograma minorista?
Hay varias formas de crear tu propio planograma. Puedes usar software especializado que te facilite el diseño, o, si tu presupuesto es limitado, empezar con papel, lápiz, cartulina o incluso notas adhesivas. Si más adelante puedes invertir, contar con un planogramador profesional es una excelente opción para optimizar el diseño de tu tienda desde el punto de vista del cliente y de las ventas.
¿Es el planogramado una habilidad?
Sí, el planogramado es una habilidad que combina lógica, análisis y diseño visual. Implica crear esquemas claros sobre dónde y cómo colocar los productos teniendo en cuenta su demanda, el espacio disponible en los estantes, la visibilidad y cómo se mueven los clientes por la tienda.
¿Qué incluye un planograma?
Un planograma es un esquema visual que muestra cómo deben organizarse los productos en la tienda. Incluye detalles como la ubicación exacta de cada producto en los estantes, la cantidad que debe exhibirse, y también elementos visuales como señalización o displays especiales.